Maracaibo, 26 de enero de 2021
El ideal bolivariano ha sido siempre la unidad. Supo Bolívar que, sólo unidos, podíamos hacer frente al imperio español y lograr la independencia. Una unidad que obviamente no podía ser solo en el territorio venezolano sino ir más allá, hasta abarcar todas las tierras en las que tenía presencia la corona española. La independencia parcial, era eso, sólo parcial y pronto se vería atacada y reducida a la anterior condición colonial. Se necesitaba en términos militares y geopolíticos, sacar de las tierras de habla castellana el imperio español y, en acuerdo con los militares patriotas brasileños, expulsar de América el imperio portugués.
Bolívar luchando contra todos, como un Quijote contra mil molinos, logró liberar cinco naciones. Su ejército celebraba con los pueblos liberados la independencia, y cuando se retiraba, volvían los herederos mentales de la colonia y en alianza con facciones y grupos armados, anegaban de caos lo que apenas recién respiraba un poco de libertad. Cuando no era la violencia, era la tozudez de los letrados, de los abogados hijos también de la colonia, que no entendían que el derecho debía nacer de la tierra y de los hombres y las mujeres, y no de los libros, solamente. Conquistada entonces la libertad con las armas, tornaban atrás y a la opresión, redactando leyes que beneficiaban a los ricos y poderosos, poblando de latinismos y retruécanos verbales, de fórmulas elegantes pero vacías, leyes que traducían y volvían a reproducir con disfraz republicano, las condiciones de desigualdad de la colonia.
Bolívar los llamó arquitectos de repúblicas aéreas. Estas repúblicas llenas de fablistanes y leguleyos, convertían la nación en grupitos, en sectas, en partidos. No bajó tranquilo al sepulcro el Libertador. Con su muerte la desunión cundió y la idea de dividir para vencer se cumplió a cabalidad. Los EEUU en los albores de convertirse en imperio, como ya lo había advertido con sagacidad Simón Bolívar, sembraron a través de sus actores locales, la cizaña y la traición. Pocos se mantuvieron leales, y cuando entorpecieron el camino de los arribistas, fueron sometidos al ostracismo o fueron asesinados. No nacieron Repúblicas sino republiquetas a la medida de los intereses mezquinos de quienes querían gobernar el país como una hacienda personal. En ese contexto, la unidad nacional se convirtió en desintegración. Se impuso el Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra. Lo que estaba lejos del centro desaparecía de la atención de los grupos de poder que administraban el país como un feudo. El Amazonas, el Zulia, Los Andes, Guayana. Cuatro grandes y ricos territorios, que siempre han estado en la mira de la desintegración cuando no del entreguismo. Un proceso también conocido como balcanización, que consiste en convertir en pequeños territorios lo que fuera un gran país, en manos de líderes regionales al servicio de intereses transnacionales. Lo que queda lejos del poder, queda lejos del control y el poder central. Esa es más o menos la tesis, que se expresa luego en políticas que no llegan a las fronteras, dejándolas desguarnecidas. Se pierde la idea de totalidad, del país como un todo.
Por eso hoy, cuando más unidos debemos estar, nace una extraordinaria propuesta y apuesta: la Novena Estrella para la bandera nacional, en el marco del bicentenario de la independencia de la provincia de Maracaibo del imperio español a favor de la causa bolivariana. Desde el Eje Cacique Mara decimos con el Cacique Nigale, sí a esa novena estrella y con orgullo, como le tocó en su momento a la octava de la provincia de Guayana, respaldamos la propuesta y la defenderemos porque, como bien lo dice su ponente, Yldefonso Finol, con esa estrella no comemos, pero tampoco comemos con abrazos y besos, y cuánta falta nos hacen tanto que, sin duda, la vida no tendría sentido ni mayor importancia si nos faltara la inmaterialidad del amor, que todo lo llena, que todo lo sacia.
A la propuesta de la Novena estrella, que aglutina tantas fuerzas y afectos, nos unimos y decimos: Venceremos. Sigamos juntos.
Dr. José Javier León
Director de la UBV Eje Geopolítico Regional Cacique Mara
Equipo de Coordinadores Regionales de UBV Eje Cacique Mara.
Comunidad académica de UBV Eje Cacique Mara.